Nuestras amigas las plantas. La salud a través de las plantas. In herbis salus. Las plantas constituyen para los seres humanos una garantía de supervivencia. En tanto veamos a nuestros pies extensiones de vegetación, podemos estar tranquilos y pensar que la vida es todavía posible en la tierra. No quisiéramos hallarnos, como el héroe de una novela de ciencia-ficción, ante el espectáculo de un planeta en agonía.

Deseamos poder disponer siempre de un valle florido en el que reposen nuestro cuerpo y nuestro espíritu. ¡Cuántos crímenes cometemos en la naturaleza! Hemos matado a cientos de miles de abejas, hormigas y de insectos diversos. Al hacerlo así, hemos exterminado a ese vigilante ejército de artesanos y de obreros que aseguraban el orden botánico. Veamos, por ejemplo, lo que ha ocurrido con la lombriz de tierra: los americanos, después de haberla perseguido encarnizadamente, se esfuerzan por rehabilitarla, creando verdaderas fábricas para su crianza.
Aprender a vivir con las plantas. ¿Qué quiere decir esto? Significa que ha llegado el momento, para todo el mundo, de retornar a la naturaleza. Es posible que haya en esta invitación un poco de la angustia ecológica que cada uno de nosotros experimenta, en diverso grado, en lo más hondo de su ser. 
Galeno, uno de los médicos más grandes de la Antigúedad, para quien las enfermedades no tenían secretos y que gustaba de repetir: "El mejor médico es la naturaleza, porque ella cura tres de cada cuatro enfermedades." Y añadía, no sin malicia: "Y además, nunca habla mal de sus colegas."
-Daniele Manta-

                                         Marpin y la Rana.