Damas,
señoras, mujeres, amigas: que nada en la vida os detenga, y sobre
todo, NADIE. Ya sé, sé que el acoso, el maltrato, la presión
psicológica dejan más huellas que los guantazos, que también
los dejan, pero se van borrando con los días. No olvido que decís muchas
veces que no podéis más, y seguís pudiendo, y os levantais del suelo
sabiendo que no tardareis mucho en volver a caer. Que os quitais el
desamor a dentelladas y la tristeza a manotazos, mientras cantáis una
nana para dormir a la criatura más pequeña de la casa, o poneis vendas
sobre las heridas que no se cierran ¡tantas hay! de los hijos mayores
que cuidan de sus hermanos por aquel -que debiéndolos cuidar a todos-
no lo hace. De sobra sé que nunca teneis tiempo para vosotras, que
habéis olvidado el significado de la palabra armonía, que vuestra salud y
bienestar son tan ajenos y están tan fuera de vuestro alcance como
la fórmula de la Coca Cola. Que una vez, la persona que dijo amaros
secuestró a la esperanza y borró de vuestro diccionario a la
autoestima. Y aún así, seguís viviendo el duro día a día. Luchando con
un brazo, y limpiando lagrimas con el otro, inasequibles - sólo en
apariencia- al desaliento e impasible el ademán, para que no sufran
hijos, padres y allegados, que nadie sepa nunca de vuestros infiernos
helados y vuestros paraisos que no sólo no existen, sino que nunca
existieron. Un día (espero que cercano) partiréis todas a la reconquista
de la felicidad, tan lejana y ausente. Allá se ve ya la avanzadilla
de la expedición, y aunque la retaguardia se retrasa, acabará uniéndose.
Por el camino, dejarán flores a las que ya no podrán unirse. No
importan las zancadillas que os pongan los indeseables: llegaréis. Mejor
dicho: llegaremos. No me esperéis... ya os alcanzo.
RANITA
MARPIN Y LA RANA
4 comentarios:
Ojalá ese dia sea pronto, duele la espera.
Un abrazo
Duele, duele mucho. Gracias Pilar.
Ay Carmencita, nos han quitado lo que más amábamos, pero no nos han birlad; ni a la mañana, ni el sol, ni la noche, ni la lealtad, ni las horas que pasan y llegan, ni la espera.
Esperando y resistiendo en el ocaso de nuestras vidas. Es así, porque sí o porque no. Todo esto es para nada y es para todo.
VIVIENDO, malviviendo, sufriendo, gozando a veces...algo es algo, y mucho menos es nada. ¡Una sonrisa para la cámara!
A Ranita.
Me gusta todo lo que tu escribes.
L I N A R E S
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