PRESUPONER NO ES DE SABIOS

Cada persona, una historia. Cada historia, encierra dolor, lágrimas, sonrisas, amor, tristeza. Mira a tus semejantes por la calle. De un simple vistazo, los juzgas, por su ropa, por su aspecto. Te haces un cliché mental con su edad, raza, sexo y apariencia. Y "decides" que debe ser de esta o aquella manera. Pero realmente, no sabes nada. Esa preciosa chica, parece que lo tiene todo. Es alta, joven,  atractiva. Pisa fuerte y un hombre algo mayor que ella, al verla pasar desearía tener como compañera a una mujer así, pero jamás se atrevería a decirle nada, ya que un accidente le dejó secuelas permanentes y desde entonces se siente un ser incompleto. Una pareja de ancianos pasa a su lado, la mujer mayor  mira con nostalgia a la muchacha y cierta envidioa. Ella también fue joven y anque no tan bonita, tenía mucho éxito. No sabe que la muchacha va llorando por dentro, porque le han destrozado el alma, y que mira a la pareja de ancianos también con  otra clase de nostalgia y envidia, porque ella no podrá envejecer junto al ser que ama ni  volverá a enamorarse. Tampoco puede  saber que el hombre con muletas que la mira disimuladamente, la haría la mujer más feliz de la tierra. Cada uno desaparece por una esquina de la calle y jámás volverán a encontrarse...al menos en esta vida.

Nada, nada, nada es lo que parece...

Ranita