EL BLOG COMPARTIDO

martes, 2 de agosto de 2011

Si la vida va por delante de nuestro pensamiento, y nos encontramos actuando sin habernos dado casi tiempo a hacer elecciones razonadas, precisamente entonces resulta urgente decirnos, o que alguien nos diga: necesitas reflexionar.



INTELIGENCIA, VOLUNTAD, SENTIMIENTOS.

Todos habremos oído alguna vez el clásico comentario de la madre del adolescente perezoso que, apesadumbrada ante los deficientes resultados acádemicos de su hijo, acaba por decir al profesor: 

"Sabe usted, si el chico es muy inteligente, en los test sacó un coeficiente muy alto. Lo que pasa que es un poco vago...".

En el fondo,  no es así. Que no puede decirse con propiedad que esos chicos sean inteligentes. Pienso, como Shakespeare, que, " fuertes razones hacen fuertes acciones". Que ser inteligente, en el sentido más propio de la palabra, proporciona una lucidez que siempre conduce a un refuerzo de voluntad. Pero ser inteligente es algo más que multiplicar muy deprisa, gozar de una elevada capacidad de abstracción o de una buena visión en el espacio, o de otras capacidades semejantes que permiten obtener altos coeficientes en los llamados test de inteligencia.

Entre otras razones, porque si esos chicos y chicas fueran realmente inteligentes como parece deducirse de esas pruebas, es seguro que se habrían dado cuenta de que, así, con esa pereza y esa falta de voluntad, no van a hacer nada en su vida...Que la persona desprovista de voluntad no logra otra cosa que amargarse ante la lamentable esterilidad en que quedan sumidas sus dotes intelectuales.

(Quizá las personas más desgraciadas sean las grandes inteligencias huérfanas de voluntad, porque esa gran inteligencia, suponiendo que exista, se pierde sin remedio)
-A.A-


 El blog de marpin y la rana

3 comentarios:

Ana Bohemia dijo...

Cuanta razón, lamentablemente la pereza y la falta de voluntad se dan la mano, y no son precisamente las mejores amigas que uno puede tener. Creo que hay mucho talento e inteligencia desaprovechada, pero creo también que lo que les pasa es que no han encontrado ninguna motivación en nada, y sin motivación las ganas y las fuerzas por hacer algo con sus vidas desaparece, y ya sólo queda la pasiva resignación, otro gran defecto.
Saludos
:)

escuchando palabras dijo...

Siempre sorprendiendo con las entradas, muy buena...besitos amigos

Sergio dijo...

Una frase para el recuerdo. La inteligencia huérfana de voluntad. Maravillosa. Una frase inteligente. No sé si con una voluntad detrás.