Un joven libanés había terminado de recorrer el camino de Santiago de Compostela, un sacerdote le entregó con una sonrisa la acreditación compostelana.
- Gracias. No puedo aceptarla, soy musulmán y esta no es mi religión, pasado mañana salgo de viaje para la India y después a Israel, estoy buscando la verdadera fe.
El sacerdote le respondió:
- No hace falta irse tan lejos, abre las ventanas de tu corazón y deja que entre la luz.
El blog de marpin y la rana
1 comentario:
Lo primero que hay que tener es fe en uno mismo, en nuestro comportamiento, en nuestra manera de actuar.
Todas las religiones encierran amor, nos aconsejan un camino recto a seguir.
Que siga en su caminar,el sendero elegido, sea uno u otro, siempre le conducirá al mismo sitio.
Si logra la fe... se encontrará con Dios.
Un abrazo.
Kasioles
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