¡Quién me diera tomar tus manos blancas
para apretarme el corazón con ellas
y besarlas, besarlas escuchando
de tu amor las dulcísimas quejas!
¡Quien me diera sentir sobre mi pecho
reclinada tu lánguida cabeza
y escuchar, como antes, tus suspiros
tus suspiros de amor y de tristeza!
¡Quien me diera posar casto y suave
mi cariñoso labio en tus cabellos
sintiendo dejar toda mi vida
en cada beso que dejara en ellos!
¡Quién me diera robar un solo rayo
de aquella luz de tu mirar en calma,
para tener, al separarnos luego,
con qué alumbrar la soledad del alma!
¡Quién me diera ser tu misma sombra
el mismo ambiente que tu rostro baña
el mismo ambiente que tu rostro baña
y por besar en tus ojos celestiales
la lágrima que tiembla en tu pestaña!
Pero en su triste soledad, mi anhelo
es sombra y nada más:
sombra y enojos...
¿Cuándo esta noche de la negra ausencia
disipará la aurora de tus ojos?
Manuel Maria Flores
El Blog de Marpín y La Rana
7 comentarios:
¡Quién me diera más ventura,
y no consuelo,
que encontrar versos tan limpios
en este suelo!
Hallazgo caprichoso por azar de este blog que irremisiblemente he de seguir.
Ex profeso para Marpin y la Rana:
Saludos
PiliMªPilar: Sé bienvenida, acomodate y ven a visitarnos siempre que lo desees. Por nuestra parte, iremos a conocer tu casa-blog.
Un abrazo muy fuerte y gracias por tu amable comentario.
¡Que bonito!
Me ha encantado.
Besos mil.
Bello poema, una joya de Manuel María Flores.
Un beso para Ranita y un abrazo para Marpin.
Muy bella no conocia este autor, buscare algo x ahi para continuarlo, chicos feliz semana besitos
"tomar tus manos blancas
para apretarme el corazón con ellas
y besarlas" a pesar de la ausencia de esa persona, ¿quien pduiera hacer esto mismo?
Muy bonito
:)
Saludos
Bello y romàntico.
siempre biene bien una caricia al alma aunque evoque ausencias!
Cariños.
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