EL BLOG COMPARTIDO

jueves, 16 de junio de 2011

Cara y cruz. A las sombras que caminan a nuestro lado.

 
Dame el peñasco, Sisifo cansado,
y tú, infelice Tántalo, tu pena;
dame, Prometeo, el águila y cadena,
herido el pecho, y el Caucaso atado.

Dame, Ixión, la rueda en que, amarrado,
a eterno giro el cielo te condena,
y llevad todos la miseria ajena
de un corazón en celos abrasado.


El blog de marpin y la rana

2 comentarios:

Elchiado dijo...

me temo que voy a tener que echar mano del tratado de mitología... pero el ritmo es alucinante, así de entrada y aún sin conocer cada metáfora. un abrazo

Sergio dijo...

Pues es cierto que antes que los celos prefiero cualquiera de las penas de aquel colérico Zeus(¿Qué Dios no lo es?). Y al final son nuestros males habituales los que más debemos temer. Total, lo de Sísifo era un mal sencillito y un curro tranquilo(aunque algo monótono). Lo del hígado de Prometeo o la boca seca de Tántalo siempre me agobió más. Qué bueno este poema.