Capítulo 7 "UNA HISTORIA DE AMOR"

Querido mío: Me he levantado pensando en el fin de semana que pasamos en el balneario, rememorando nuestros besos y caricias. Acabo de sentarme delante del PC. Sé que desde nuestro último encuentro llevamos unos días sin poder comunicar. El concepto que tenía del sexo estaba enmascarado y desfigurado. Yo creía que la pasión sexual era un sentimiento que nace, va cobrando una variable  intensidad y agotada termina su viaje como una ola en la playa. No pensé ni por asomo, nunca imagine que el amor era ansia irrefrenable. Ignoraba que una pareja podía estar durante  horas y horas sin despegar los labios ni los cuerpos, amandose con insaciable deseo.

¡Manuel, sabias son las yemas de tus dedos y lengua entre  mis labios! Me has enseñado a comprender que el sexo y el placer no son lo que me habian dicho, contigo he aprendido que el amor es imaginación, existen los  juego eroticos sensuales, que es como un estado  nirvana entre una mujer y un hombre.
Sin arrepentimientos los dos nos vestimos apresuradamente,   abrazados  y con lágrimas en los ojos nos despedimos diciendo al unisono. ¡Hasta pronto!.

Posdata) Los estados bajos de ánimo conviven con la pletórica dicha. ¡Por favor, te lo ruego Manuel! Dime qué debo hacer para que por fin comprendas,  que te quiero de verdad. Es  un suplicio desapacible para mi, no estar segura de tu amor al cien por cien. No me voy a rendir porque no puedo darme por vencida. Te amo demasiado.

Te quiero.

Victoria

Respuesta de Manuel al correo n. 7

Querida Victoria: Te había dicho que en la morada donde vivo no hay relojes, no es cierto, tengo un reloj de pulsera y el reloj del ordenador. Intento ser conciso y preciso, hace un momento estaba saltando de la cama, con los pies en el aire y a punto de amerizar en las baldosas, miré el reloj de pulsera. ¡Cielos santos!  ¡Las nueve de la mañana! Los comienzos suelen ser geniales;   digan mucho o poco, malo o bueno, transmitan más o menos calidad, siempre provocan reacciones, yo lo llamo el  influjo del perfume BuenEmpezar...Entran atrevidamente  los rayos solares por las ventanas. Tomo asiento prepotentemente y con humildad, ya estoy sentado a los mandos del pc; he bebido dos cafés con leche,  he revisado los trabajos atrasados y enviado los correos pendientes, por supuesto continuo respirando - mientras sigue sonando  música por los altavoces.
Al cabo de un largo rato, salgo del enfrascamiento o trance momentaneo. El reloj del ordenador marca  Las doce y media! Mis pensamientos me  provocan alborotadoras risas, primero, de alegría y después de pena, las aguas pasan rápidas, y se escapan, pero, pero la inercia del  inmediatamente  - me ha llevado a un soñar  despierto,  soñé que podia  recoger algunos puñados de aquellas aguas con mis manos...consiguiendo que no se escaparan...
¡Por los mitos habidos y por haber! Delante de los mitos van los precursores símbolos. Confio y creo en  Victoria, mas permíteme la libertad de desconfiar de las circunstancias, por respeto  al azaroso destino. Si me amas tanto como dices. Te tomo la mano,  hoy, hoy quiero  demostrarte con hechos irrefutables, que deseo cuidarte y que  te amo. Todavía me acuerdo de nuestro primer beso, en la concurrida cafeteria y ante los indiferentes camareros,  me senté enfrente y tú me pediste que me pusiera a tu lado. Nuestro codos se rozaron y los dos sentimos un latigazo astral, teniendo la extraña  sensación de que ya nos conociamos.  Necesito que sepas que si nuestro velero se hunde, yo saltaré por la borda  después de ti. Todo puede cambiar en un pis pas y es relativo...

Tu sabes que por cuestiones de trabajo, viajo a veces por el mundo. A mi me gustaria  compartir el resto de mi maldita vida junto a usted. Escucha, Victoria. ¡Imagina durante cinco minutos. Imagina que la semana próxima o la siguiente te digo de rodillas: Oye,  oye Victoria nosotros nos amamos y tenemos derecho a una oportunidad. Abandona a tu familia y deja tu trabajo, abandona el hogar y  tu ciudad, abandona a tus seres queridos, amigos, compañeros, vecinos, déjalo todo y vente conmigo. ¡Que yo haré lo mismo!

Manuel

....Continuará)

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