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jueves, 17 de marzo de 2011

DE LA IMPORTANCIA DE LA VIDA Y DE LOS HEROES



Monumento a los Heróes de Chernóbil.-Ucrania. 

Cuando en un pais se vive un terremoto casi 10, seguido de un maremoto que todo lo arrasa, y se pierde en segundos hogar, propiedades, pertenencias, amigos y  familiares,  queda un sólo bien  por conservar: LA VIDA.  Esta simple lección que sabemos y olvidamos, está más presente que nunca tras las noticias que diariamente llegan de Japón. La importancia de la Vida en su plenitud, intentando salir adelante en extremas condiciones climáticas, anímicas y con la amenaza nuclear  planeando como un buitre sombrío sobre la cabeza.

Cuando haces estas reflexiones, y comprendes su magnitud, gestos y gestas como los que están llevando a cabo las personas que arriesgando permanentemente sus vidas permanecen en la Central Nuclear de Japón, cobran una dimensión de heroicidad.  Ayer se detuvo a una banda de pedófilos y pederastas a los que no les importa abusar de la inocencia de los menores. Mientras tanto y paralelamente, los heróes de Japón, arriesgan su existencia  para salvar  las de otros cuando acaban de recordar que la Vida es lo único que realmente posee un ser humano. 

No sé si esto os podrá servir de algo, pero yo siento en mis adentros vuestro sacrificio y me emociona,  me auto-constituyo  portadora de la humanidad y os doy las gracias con emoción contenida, escribiendo en letras invisibles vuestro nombre en el Libro de Héroes por los siglos de los siglos, sabiendo que dentro de unos años, sólo seréis un monumento en algún lugar que nadie podrá  visitar y un vacío en la memoria, como aquellos otros que lo hicieron antes que vosotros y que nadie recuerda. 

Ranita

5 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Mis respetos a esos técnicos que saben que están exponiendo su vida, para intentar enfriar los reactores.
Un beso.

escuchando palabras dijo...

Las especialidades tienen q ver con esto, de exponerse, de comprometerse ahora les todo en esto a ellos...esperemos q todo salga bien, besitos

Quentetar dijo...

Los dos primeros en ofrecerse voluntarios fueron Alexei Ananenko y Valeriy Bezpalov. Alexei Ananenko era un prestigioso tecnólogo de la industria nuclear soviética, que había participado extensivamente en el desarrollo y construcción del complejo electronuclear de Chernóbyl: cooperó en el diseño de las esclusas y sabía dónde estaban ubicadas exactamente las válvulas. Casado, tenía un hijo. Valeriy Bezpalov era uno de los ingenieros que trabajaban en la central, ocupando un puesto de responsabilidad en el departamento de explotación. Estaba también casado, con una niña y dos niños de corta edad.

Los dos eran ingenieros nucleares. Los dos comprendían más allá de toda duda que se disponían a caminar de cara hacia la muerte.

Mientras se ponían sus trajes de submarinismo sentados en un banco, observaron que necesitarían un ayudante para sujetarles la lámpara subacuática desde el borde de la piscina mientras ellos trabajaban en las profundidades. Y miraron a los ojos a los hombres que tenían alrededor. Entonces uno de ellos, un joven trabajador de la central sin familia llamado Boris Baranov, se alzó de hombros y dijo aquella otra frase que casi siempre ha seguido a la anterior:

–Yo iré con vosotros
Era media mañana cuando los héroes Alexei Ananenko, Valeriy Bezpalov y Boris Baranov se tomaron un chupito de vodka para darse valor, agarraron las cajas de herramientas y echaron a andar hacia la lava radioactiva en que se había convertido el reactor número 4 del complejo electronuclear de Chernóbyl. Así, sin más

Elchiado dijo...

sin palabras

caly dijo...

Los que ofrecen su vida para salvar otras, son grandes personas.
Un gran abrazo!!