Conoció la melancolía de los barcos, el despertar helado bajo las lonas de las tiendas, el aturdimiento de los paisajes y de las ruinas, la amargura de las amistades recientes e interrumpidas.
Regresó.
Frecuentó el mundo, tuvo aún otros amores.
Pero el recuerdo del primero les volvía insípidos; además, la vehemencia del deseo, la flor misma de la sensación, se había perdido.
Las ambiciones de su espíritu también habían disminuido.
Los años pasaron; y soportó el peso de su inteligencia y la inercia de su corazón.
-Gustave Flaubert-
2 comentarios:
HOLA AMIGOS: SWE FUE Y VOLVIÓ.
LS COSAS NUNCA VUELVEN A SER LO MISMO.
AMIGOS ESTUPENDO VUESTRO BLOG.
LÁSTIMA QUE SE CUELAN MUCHOS ANUNCIOS.
BESOS, Montserrat
MONTERRAT: Un abrazo tras la lectura y compañia de este magnífico texto.
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