EL BLOG COMPARTIDO

viernes, 10 de septiembre de 2010

El ser humano muere tantas veces como las que pierde a sus seres queridos.




"La madre muerta".- Munch

La muerte de los amigos son generalmente dolorosas. Los accidentes más graves y amargos que pueden suceder a alguien en la vida, partir para siempre, abandonar el mundo y a  todos nuestros amigos, es el último y más grande de los terrores, lo más penoso para nosotros. Y aunque tenemos la esperanza de una vida mejor, de la felicidad eterna después de estos miserables días, sin embargo no somos capaces de prepararnos voluntariamente para morir, y su recuerdo es muy doloroso para todos nosotros y especialmente para quienes son afortunados y ricos, que se sobresaltan cuando se nombra a la muerte, como un caballo frente a un poste podrido. Digas lo que digas sobre ese otro mundo, como decia el príncipe indio Moctezuma, mejor estarían aquí.
"Oh, miserable de mí; Cuántas lágrimas derramaré"¿Qué haré? Violento dolor que no se puede soportar, como decia Agripina de Tácito, incapaz de moderar sus pasiones. Cuando escuchó que su hijo estaba muerto, detuvo abruptamente su trabajo, cambió de semblante y color, se arrancó los cabellos y soltó un brutal aullido. " Súbito el calor abandona sus huesos, Sáltase la rueca de sus manos y los vellones que hilaba. Sale volando la infeliz con femenil alarido; Va rota de cabellos, y en su delirio corre a los muros".


-R. Burton-

El blog de marpin y la rana


3 comentarios:

Mª Pilar dijo...

El perder a un ser querido es una tragedia tremenda, pero inevitable, deberíamos esta más preparados para la muerte, incluso la nuestra, tratar de aceptar lo que en algún momento nos llegará, pero es muy duro.

Un abrazo

Pilar

EL BLOG DE MARPIN Y LA RANA dijo...

Tienes un post sólo para ti un poquito más arriba.

Un abrazo, guapísima.

Pilar dijo...

Sobre la muerte y el dolor escribía hace poco yo también.

Perder a alguien a quien amabas es duro, en muchos casos innevitable, pero se puede vivir con ello, asumir el dolor, admitir la pérdida, perdonar ofensas inexistentes y reencontrarse en un nuevo modo de relación, porque quien te acompañó en vida, es dificil que te abandone por algo tan sencillo como la muerte.

El recuerdo y el amor mantienen vivos para nosotros a quienes perdimos, porque la distancia no acaba siempre en olvido.