En un caso desesperado, sería legítimo implorar la ayuda de un mago. Para muchas personas es una práctica común ir primero a una curandera y después a un médico; si uno no puede, el otro podrá: si no pueden inclinar el Cielo a su favor, lo intentarán con el Infierno. No importa, decía Paracelso, si es Dios o el Diablo, los ángeles o los espíritus impuros quienes curan, con tal de conseguir el alivio. Si una persona cae en una zanja, no importa que quien le ayude a salir sea amigo o un enemigo, y si estoy hostigado por una enfermedad, ¿Qué puede importar si me redime el mismo diablo, o cualquiera de sus ministros, con el permiso de Dios?
¡Me voy antes de que cierren el comedor del Cielo!
Muy buenas noches.
Muy buenas noches.
El blog de marpin y la rana
3 comentarios:
Buenas noches.
(Mont-se)
Supongo que tienes razón, ante situaciones desesperadas, qué mas da.
Gracias por tu visita.
AÑil: Encantados de ver tus colores de nuevo por aquí. Es una tonalidad del Arco Iris preciosa, que nos azulea y nos gusta.
Un abrazo.
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