"Sala de Espera".- Pablo Gallo
Así, Shakespeare, en Otelo. O Sófocles, en Ayax. En este último, su suicidio no le hubiese parecido tan necesario a Ayax, si hubiera dejado que su emoción se enfriara durante un sólo día, como le señalara el oráculo, seguramente se hubiera burlado de las terribles insinuaciones de su vanidad herida, y se hubiera dicho: ¿Quién no habría tomado, en mi situación, a un carnero por un héroe ¿Qué tiene entonces esto de monstruoso? Por el contrario, sólo es un hecho humano corriente. Ayax , podía pues, haberse consolado. Pero la pasión no sabe esperar; lo que hay de trágico en la vida de los hombres y de las mujeres no radica por lo general en su conflicto con la época y con las bajezas de sus contemporáneos, sino en su falta de capacidad para aplazar su acción un año o dos; no saben esperar.
El blog de marpin y la rana
3 comentarios:
A veces mis escritos son demasiado ''chilenos'' y suenan muy raros y es que esperar las palabras se me hace dificil, besos!
Tengo cierta curiosidad por saber,¿Se puede besar a esta rana? ¿Y qué pasaría entonces?
Yo tampoco sé esperar. Y es un enorme defecto, pero me vino de serie, como los ojos negros.
Un besico.
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