EL BLOG COMPARTIDO

domingo, 15 de agosto de 2010

Contigo.




Querida señorita Felice:

       No debe tomarme a mal este encabezamiento de la carta, al menos por esta vez, pues si, tal como me lo ha pedido ya en varias ocasiones, he de hablarle de mi manera de vivir, probablemente me veré obligado a decir algunas cosas para mí escabrosas y que a duras penas sería capaz de presentar ante una señorita.
Por otro lado el nuevo encabezamiento no puede, ni mucho menos, ser una cosa tan terrible, pues de serlo no habría pensando en él con una  satisfacción tan grande que aún me dura.
Mi vida, en el fondo, consiste y ha consistido siempre en intentos de escribir, en su mayoría fracasados. Pero el no escribir me hacía estar por los suelos, para ser barrido. Ahora bien, desde siempre mis energías han sido lamentablemente escasas, y el resultado natural de esto, aunque yo no lo haya reconocido abiertamente, ha sido la necesidad de hacer economías por todos lados, de privarme un poco en todos los terrenos, con objeto de preservar unas fuerzas a duras penas suficientes para lo que me parecía el principal fin mío. Y efectivamente, pese a lo flaco que soy- y soy la persona más flaca que conozco (lo que algo significa, pues me he recorrido ya un buen número de sanatorios)-, tampoco puede decirse que, en lo tocante a la literatura, haya nada en mí que se pueda calificar de superfluo, superfluo en el buen sentido de la palabra. Ahora bien, si existe un poder superior que quiere utilizarme, o que me utiliza, estoy en su mano como un instrumento netamente elaborado, esto por lo menos;si no, no soy absolutamente nada y de pronto me encontraré de sobra en medio de un vacío espantoso.
Ahora mi vida se ha hecho más ancha de pensar en usted, apenas pasa un cuarto de hora estando despierto sin que le haya dedicado un pensamiento, así como muchos otros cuartos de hora en los que no hago otra cosa que pensar en usted.

Franz Kafka


1 comentario:

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

No sabia que Kafka tuviera este punto romántico.
Gracias por compartir este escrito.
Yo vi una película basada en un libro suyo "EL PROCESO"

Un abrazo, Montserrat