"Rincón de Río". Antonio Arroyo Campos
Manuel era un niño alegre que parecía triste o al revés, no estoy segura. Y yo un elemento raro que se llevaba mal con el mundo, menos con él. Tras medirnos las distancias de mil maneras, establecimos unas pautas y códigos que solamente nosotros entendíamos. Inventamos un planeta donde nadie más podía pasar, una especie de esfera donde se nos permitía respirar un aire espacial, vital para ambos como lo es el oxigeno para el resto de los mortales.
Manuel era apacible si no le molestaban, se revolvía como un bicho cuando alguna pieza no encajaba en su puzzle o modo de entender la vida. Nuestras peleas hacían temblar los cimientos del universo. Yo era visceral y cabezota sabiendo él y yo que los enfados no podían durar demasiado, pues inevitablemente uno correría a buscar al otro, encontrándonos frecuentemente a mitad de camino.
Nos escapábamos de casa sabiendo que a la vuelta habría caras enfadadas y castigos por parte de nuestros padres. Nos daba igual pagar aquel precio con tal de sentir a la vida derramándose por cada poro de nuestras jóvenes pieles.
Un día de verano, quisimos ver mas de cerca el regato que quedaba de lo que antaño había sido un río caudaloso y sonoro, al que varios diques habían frenado y robado su caudal. Yo le llamaba el Arroyo de las Ranas. Bajar la pedregosa y casi vertical ladera fue muy difícil para mi, esa mañana calzaba unas sandalias nada adecuadas. Manuel me ayudó constantemente y en más de una ocasión estuvimos a punto de resbalar y rodar los dos. Nos fuimos sujetando el uno al otro y por fin llegamos. Una vez abajo vimos y contemplamos su hermosa viveza, los renacuajos con los peces y unos seres similares a las gambas pero con pinzas. Manuel divisó una serpiente medio oculta en el lodo y se empeñó en sacarla con un palo. La serpiente, descontenta, se resistió cuanto pudo e hizo ademán de revolverse, reptar y trepar por la rama. Yo me partía de risa viendo a Manuel dar grandes saltos. Recuerdo que pensé, viéndole tan gozoso, que era como los árboles y las piedras del río, nube y agua que no estaba quieta ni conteniendola. Era una parte de la naturaleza y esta le aceptaba como un pedazo suyo. Un ser libre y rebelde, que jamás se dejaría domesticar por nada ni por nadie. Un alma limpia que solía decir de sí mismo que era feucho, conocí la auténtica belleza mirándole en el arroyo, croaban las ranas y las ondulaciones del regato noblemente se preparaban, esperando a que el río, decidiera regresar a recuperar lo que le habían arrebatado.
La empinada subida tuvimos que hacerla descalzos, arañándonos pies y rodillas. Cuando llegamos a la cima, nos abrazamos muy felices. Era un buen principio porque no habíamos sentido miedo. La tremenda regañina que nos aguardaba nos importaba un bledo. Manuel llevaba en una mano los zapatos de los dos. Tenía 12 años y yo 9. En ese instante de él me enamoré.
L.R
13 comentarios:
Un relato de amistad precioso.
Que bien os lo pasariais.
Un abrazo, Montserrat
Muy bonito relato, La Rana. Gracias por ofrecernos tantos buenos momentos y muchas veces tanto que pensar.
Un abrazo muy fuerte para vosotros con todo mi cariño.
Alexia
Me ha encantado y emocionado. Y es ese momento en el que se engendró la semilla de la esencia de este grandioso blog?
Me ha hecho recordar las escursiones que de pequeños hacíamos por los montes del Escorial descubriendo sitios que nos parecían especiales. ¡¡Cómo disfrutábamos con aquello!!
Un abrazo
Pilar
PRECIOSO ,UN BELLO RELATO SOBRE LA AMISTAD.
Tiene su moraleja, gran imaginación que no os falte, me ha gustado mucho la rebeldía de Manuel.
Besos
Marpin muchas veces tras un tremendo esfuerzo sientes que has triunfando sobre todo cuando vale la pena esforzarse, un abrazo
ES UN CUENTO QUE ME A EMOCIONADO POR SU LINDEZA.
AYER LEÍ EL RELATO Y PENSÉ ES COMO SI ESTUVIERA VIENDO A MI AMOR Y A MI MISMA. HOY LEO EL RELATO Y TAMBIÉN VEO A MI AMOR Y A MI MISMA.
RITA.
AYER LEÍ EL RELATO Y PENSÉ ES COMO SI ESTUVIERA VIENDO A MI AMOR Y A MI MISMA. HOY LEO EL RELATO Y TAMBIÉN VEO A MI AMOR Y A MI MISMA COMO SI FUERA UNA FOTO O UN RECUERDO MENTAL INOLVIDABLE.
LA RITA.
AYER LEÍ EL RELATO Y PENSÉ ES COMO SI ESTUVIERA VIENDO A MI AMOR Y A MI MISMA. HOY LEO EL RELATO Y TAMBIÉN VEO A MI AMOR Y A MI MISMA COMO SI FUERA UNA FOTO O UN RECUERDO MENTAL INOLVIDABLE.
LA RITA.
AYER LEÍ EL RELATO Y PENSÉ ES COMO SI ESTUVIERA VIENDO A MI AMOR Y A MI MISMA. HOY LEO EL RELATO Y TAMBIÉN VEO A MI AMOR Y A MI MISMA COMO SI FUERA UNA FOTO O UN RECUERDO INOLVIDABLE.
LA RITA.
Fran: El blog surgió muchos años después de la amistad y no tiene nada que ver con Manuel. Manuel no escribe en este blog, está en el extranjero y seguimos siendo los mejores amigos del mundo aunque nos vemos muy poco.
Un abrazo.
Publicar un comentario