VIAJES: Cuando Marpin y La Rana visitaron las Pirámides.

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.Pirámides de Keop, Kefren y Mikerinos. Foto del satélite. Puedes acercarte más a la imagen clikando en ella.

Ninguno de los dos quería ir. La Rana decía, y con razón, que a ninguna de su especie  se le ha perdido nada en un desierto. Marpin no daba explicaciones. Ambos son muy cabezotas. Nos costó convercerlos, pero finalmente partieron rumbo a Egipto para contar en el blog sus impresiones. Y esto es lo que nos dijeron a su vuelta.

"De lejos, no parecían tan grandes. Es de  cerca cuando  te percatas del tamaño colosal  de las tres pirámides. La mayor es la Gran Pirámide del rey Keops (versión griega de Jufui, el verdadero nombre egipcio); la mediana corresponde es la de Kefrén (o Jafra)  y  la más pequeña es la tumba del rey Mikerinos o Menkaura. El  conjunto ocupa unas 5,3 Ha. Un guía nos estuvo contando la precisión matemática y arquitectónica de su construcción. Su perfecta alineación con los puntos cardinales y distintas costelaciones. Nos relató además  teorías sobre su  ejecución por esclavos, allá por el  2700 a.c. cuando aún no se conocía la rueda. La piedra se traía de canteras lejanas y el granito procedente de Asuán 800 Kilómetros río arriba. Hacía calor y metí a La Rana  dentro de una botella de agua en mi mochila. Como es tan pequeña, cabía.  Asomó la cabeza y me dijo:

- Marpin, ¿Has visto cuántas piedras y cuánto cielo?

- Sí.

- ¿Porqué traer todas estas piedras precisamente aquí donde sólo hay arena?

- Sus constructores debieron conceder a este lugar la importancia necesaria para este descomunal despliegue -le respondí.

- ¿De verdad te has creído que unos pobres esclavos ignorantes, dirigidos por la soberbia de unos faraones, fueran capaces  de hacer todo esto, sólo mirando las estrellas y  las puestas de sol para las alineaciones y con niveles de agua para definir las horizontales?

- Es evidente que el (o los) cerebros que concibieron esto, eran ingenieros, astrónomos, arquitectos y matemáticos geniales. Esto no es el fruto de un azar, sino de la precisión y meticulosidad más exactas y rigurosas.

- La pregunta es por qué y para qué -reflexionó La Rana.

-Siempre es ésa  la pregunta, querida Ranita.

La visita había terminado y el guía les daba media hora a los turistas para tomar fotos. Nosotros no lo eramos, Sí viajeros y a veces peregrinos, que es muy diferente. Cuando ya nos alejabamos de la única de las siete maravillas del mundo antiguo que ha resistido  en pie, me puse una mano en el pecho, emulando a Napoleón y le dije relinchando burlonamente a La Rana:

- Hiiiiiiii, Ranita... ¡Cuarenta siglos te contemplan!

Y La Rana, que había salido de la botella y se había  disfrazado entretanto de egipcia,  me respondió con solemne desparpajo:

- "Hoy he aprendido que El Tiempo sólo le tiene miedo a Las Pirámides". 

Marpin y La Rana
 

Nuestra más cordial bienvenida a los nuevos "Ranautas" Patricia 333 y José Aguilar. Os deseamos una grata estancia en esta nave y una buena travesía.