Cuentan que...
Un día llegó una trotamundos a la "Ciudad de los Sabios". Los seres más relevantes de la prestigiosa comunidad, la invitaron a que se quedará con ellos nueve meses. A cambio enseñarían a una mujer vulgar de los caminos, pero con cierta sensibilidad; fundamentales lecciones de las vidas en las épocas, ciclos, espacios y tiempos.
Pasó un semestre. La viajera, que se definía como una observadora innata, continuaba aprendiendo de la inteligencia Superior, conocimiento que le iban trasvasando y transmitíendo, sólida cultura acumulada en la paciencia de los años, minutos sin prisas en los relojes de los campanarios.
Y he aquí, que la mujer observó un detalle: ¡¡Los sabios tampoco eran felices!!
Una noche, humildemente, preguntó en el Consejo de los Ancianos Sabios: ¿Por qué no aplicaban, a la práctica todo cuanto sabían? ¿Porqué no utilizaban sus inteligencias superiores, para que el mundo y ellos fueran mucho más felices ? ¡¡Por el gozo y la dicha!!
La respuesta TEORICA del Consejo no la convenció. De poco servían a los sabios sus conocimientos. Lo peor, es que habian perdido lo que llamó -el valor intrínseco. La sabiduria de la mayoria de los ancianos habían regresado "drámaticamente porque se impone "quizás" a más edad mayor pesimismo. Regresaban los miedos de la niñez, de la juventud...
Y su madurez adquirida actualmente no les aprovechaba. Eran igual de infelices que los necios e ignorantes de otras villas y pueblos.
Y su madurez adquirida actualmente no les aprovechaba. Eran igual de infelices que los necios e ignorantes de otras villas y pueblos.
La trotamundos se marchó a la mañana siguiente, mientras se alejaba a paso ligero de la Ciudad de los Sabios -reflexionaba... acerca de los sabios y de los que presumen de sabios. Tampoco sabían nada.
Foto: Google Dominio Público
El cuadro relata una historia del Libro de Daniel de la Biblia, donde la joven Susana es sorprendida por unos ancianos bañándose desnuda. Acosada por ellos, rechaza las propuestas lascivas que le hacen bajo la amenaza de acusarla de adulterio. Los viejos, al ver que Susana no cede a su chantaje, la acusan ante la comunidad y es condenada a muerte, pues todos piensan que los ancianos no mienten y respetan sus palabras. La intervención del profeta Daniel, consigue desmostrar la verdad y los viejos son ejecutados.
19 comentarios:
Ole, ole y ole. Te has superado, compañero.
Que vivan los ignorantes observadoes.
Un abrazo.
iMPROVISANDO SON UNOS ARTISTAS DE TOMO Y LOMO, SE LES VE COMPENETRADOS USTEDES NO TRABAJAN CON GUION
UN ARGENTINO ESPAÑOL
ustedes valen mucho
Eres bueno o buena dando estocadas de muerte a la ignorante sabiduria.
V
Se me olvidaba, que tengas o tengáis un dichoso día.
V
Me ha gustado mucho el cuento.
La familia Tralara
1.- ¡Ole! Y que vivan los genios despistados, y los feos...que vivan todos.
2.- Hacemos lo que podemos, aregentino, pero se agraceden los ánimos.
3.- Valor, valor es lo que necesitamos todos.
4.- ¿Decepción? Nooooooooo, no hay decepción cuando nada esperas. Otra cosa es que a veces las confirmaciones no están de más. En cuanto al sabio anciano, no sabemos a qué te refieres. En este blog ninguno somos sabios.
5.- !Ay que deseperación más grande!
6.- Buen día también para tí.
7.- Tralará, tralarí, gracias mil
A todos: Gracias y Volved.
Es una original moraleja.
Lou
Es un relato vastante didáctico y los que tengan ojos para ver que lo vean
Viki
Estoy de acuerdo contigo, mis viejos cuando mas viejos se hacen mas insoportables estan y parecen niños. Tengo que deciros que tengo 37 años y mis viejos 78 y 80 trurupereles. A ver si la palman y heredo todo lo que tienen. Benedictino
Nos ha gustado mucho a mi hija y a mi. Dos lectoras del blog.
Es un relato interesante.
¿La moraleja está en que el miedo también persiste en la ancianidad y hace ignorante a la sabiduria?
Gracias Lou y Viki. Un abrazo.
Tu moraleja es sabia. Hay otras: el miedo hace absurdo el aprendizaje y hasta la sabiduría.
Un cordial saludo.
Gracias a la madre y a la hija.
Benedictino, no estamos en contra de las personas mayores, al contrario. El relato sólo es un cuento que viene a cuento de los miedos, de los cuales no se escpana ni jovenes ni ancianos.
Consideramos muy desafortunadas las frases que dedicas a tus padres y te invitamos a rectificarlas. Desde aquí, les deseamos a ambos una ancianidad feliz y le mandamos un beso.
¿Este cuento donde se puede comprar?
bon dia Azucena
Un abrazo, Azucena.
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