EL BLOG COMPARTIDO

sábado, 20 de marzo de 2010

REFLEXIONES: Los secretos de nuestras almas

Cuando escribo, pretendo recuperar algunas certezas que puedan animar a vivir y ayudar a los demás a mirar. El lector  no se percata que escribimos con la sangre de nuestro corazón; para él, escribimos simplemente con tinta. No cree que ponemos al descubierto los secretos de nuestra alma. Para escribir bien no basta con despertar la atención y retenerla:  hay que satisfacerla. Dicen que los escritores deformes son la conciencia diabólica del mundo. Nuestros signos de puntuación son un paupérrimo  arsenal para la inmensa variedad de matices que lleva consigo el lenguaje hablado.
Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse o haz cosas dignas de escribirse.Yo escribo, para buscar el sentimiento de la existencia
Porque si no,  me hubiera muerto.

El tío Faustino.
 Imagen libre de derechos de autor

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Viva el tío Faustino
¿Es tio tuyo, marpin?

Anónimo dijo...

Te leo a menudo Thygel, un abrazo de Salander

Anónimo dijo...

Buenas mañanas. La invalidez sigue siendo invalidez aunque uno pueda arrastrarse con ella hasta alcanzar el título de doctor honoris causa. -DiscapacitadoSEV-