Cuadro atribuído Giovanni Bragolin o Franchot Seville, alias Bruno Amadío
conocido como "El niño llorón"
conocido como "El niño llorón"
Foto: Google tal como aparece en
http://images.google.es/imgres?imgurl=http://www.laopinon.cl/tmp_images/334/noticia_16655_normal.jpg
- ¿Cónoces la leyenda de esa obra?
-No- le respodí -Lo que sí puedo asegurarte es que no es la primera vez que la veo desde que llegué a Turquía. Hay docenas de estos cuadros viejos en los bazares, y nadie parece interesado en ellos.
-No me extraña. Yo que tú lo quitaría - Y acto seguido me contó la leyenda del cuadro.
Pintado por un pintor del que poco se sabía, se decía que éste, ante su poca fortuna como artista había hecho un pacto con el diablo. El niño del lienzo era, según se decía, un desgraciado que acabó muriendo en el incendio de un orfanato. Desde entonces la posesión de la obra traía muy mala suerte a sus dueños, a los que perseguía la mala fortuna y la muerte.
- Si giras la cabeza a la izquierda todo lo que puedas, verás como al niño parece que se lo está tragando un demonio con forma de pez. Y hay quien asegura, que el espíritú de la criatura permanece en la pintura y sale para matar a quien le mira, quemando después todo para no dejar rastro. Sólo quedan cenizas y encima el cuadro intacto que no sufre daño alguno.
Cuando me quedé sola miré aquella cara. No veía en ella yo nada siniestro, salvo las lágrimas. La mente de un humano adulto sano está programada genéticamente para proteger a los pequeños, de ahí que los niños usen sus llantos para pedir ayuda o manifestar sus necesidades. Sin embargo, el tipo de llanto que mostraba la faz del modelo, era diferente. Silencioso y resignado. Lagrimas de hechos consumados, dolor de cuerpo roto y alma quebrada. Evocaba el estigma de los niños del planeta muertos de hambre, maltratados, asesinados por torturadores o pederastas, traficantes de órganos o seres viles. La inocencia apaleada y pisoteada. No era de extrañar que el inconsciente colectivo, antes de admitir los delitos que se cometen contra la infancia, invente una absurda leyenda urbana. Los niños son gran alegría, risas y juegos a escala global. Es mucho más fácil tachar un cuadro de maldito, para deshacerse de un infante que nos acusa en silencio.
Bajé el cuadro y lo abracé. Le canté una nana al pequeño llorón y los dos nos dormimos. Nadie quemó la casa esa noche ni vino un hermoso y triste niñito-demonio a apoderarse de mi alma. Al día siguiente, viajaba conmigo y desde entonces permanece a mi lado.
Para que la Memoria no olvide.
La Ranita.-
"Lagrimas en el Cielo"
Canción que Eric Clapton dedicó a su hijo de 4 años, muerto.
"Lagrimas en el Cielo"
Canción que Eric Clapton dedicó a su hijo de 4 años, muerto.
6 comentarios:
No sé si me gusta más la musica la cara del niño o lo que cuentas, lo que si se es que me has hecho llorar y sentir
V
hola soy una rana venenosa croac croac ¿de dónde sacas todas esas historias?
la rana venenosa
Pues de aquí y de allá, rana venenosa. De los estanques de agua limpia y de los pantanos embarrados De los lodos, de los vientos, de los nenúfares. De otras ranas incluso.
Saludos desde mi charca.
Con independencia de la leyenda a mi me encanta la carita del niño triste
Almudena
Felicidades por el blogg.
Conflicto.
Gracias conflicto.
Publicar un comentario