Algunas personas dormían en un sueño ligero, en duermevela. Apenas faltaban minutos para las tres de la madrugada. En aquel momento, su hermana estaba con los ojos cerrados y pensando, entonces, sintió un ligero movimiento.
Abrió los párpados y de pie estaba Bartolo, marido de la difunta, "tocando la cristalera donde reposaba su amada, en tono bajito - susurró:- "Te seguiré amando hasta el fin de mis días. En los 40 años que hemos estado juntos, nunca te he engañado."
Y se lo expresó con lágrimas. -En verdad todos llorábamos de alegría y tristeza.
Y se lo expresó con lágrimas. -En verdad todos llorábamos de alegría y tristeza.
MABG.
Marpin y la Rana.
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