EL BLOG COMPARTIDO

miércoles, 16 de abril de 2014

I Wated to See. "Quería ver". Es el título de un alentador libro, de valor increíble. Fue escrito por Borghild Dahl, una mujer que estuvo prácticamente ciega durante medio siglo. Y esta mujer escribe:




"Solo tenia un ojo y mi ojo único estaba cubierto de tan densas cicatrices que mi único modo de ver era a través de una pequeña abertura a la izquierda. Para leer tenía que colocar el libro muy cerca del rostro y forzar mi único ojo hacia la izquierda cuanto pudiera".
Pero esta mujer no quiso ser compadecida; se negó a ser "diferente". Cuando niña, quiso jugar; a la coxcojilla con sus compañeras, pero no podía ver las marcas. En vista de ello, cuando las otras niñas se fueron a casa, se arrastró por el suelo con los ojos cerca de las marcas. Se aprendió de memoria cada trozo del suelo en que sus amigos jugaban y pronto se convirtió en una experta en diversos juegos. Aprendió a leer en su casa, con un libro de tipos muy grandes que mantenía tan cerca de los ojos que sus pestañas rozaban las páginas. Obtuvo dos títulos universitarios. Comenzó a enseñar en Minnesota, y ascendió hasta convertirse en profesora de periodismo y literatura en Dakota del Sur.
"En el fondo de mi espíritu había albergado siempre el temor a la ceguera total. Con el fin de superar esto, adopté hacia la vida una actitud animosa, casi bulliciosa y jaranera"
Después, en 1943, cuando tenía cincuenta y dos años, sucedió un milagro: una operación en la famosa Clínica de Mayo. Viendo cuarenta veces mejor de lo que había visto en cualquier momento anterior.
Se abrió así ante ella un nuevo e interesante mundo de belleza. Encontró tal placer en contemplar las pompas de jabón y los gorriones que cerró el libro con estas palabras: "Padre Nuestro que estás en los cielos. Gracias, gracias". 
¡Imagínese agradeciendo a Dios por poder lavar platos ver arcoíris en las pompas de jabón y gorriones volando a través de la nieve!
Usted y yo deberíamos avergonzarnos de nosotros mismos. Todos los días de nuestra vida hemos vivido en un país de magia y de belleza, pero hemos sido demasiado ciegos para ver y estábamos demasiado ahítos para disfrutar. 

¡CUENTA TUS BIENES, NO TUS MALES!


 Marpin y la Rana.

No hay comentarios: