Y SE HIZO LA LUZ DE LA VENA POÉTICA
No la alcanzo y cada mañana
escribo su nombre.
Más allá del ¡Ay!
O del ven conmigo.
Ella se acerca
sigilosamente,
Nadie la ha visto llegar
ni la ha visto irse.
Agarro sus caderas
El abrazo nos difumina.
Queda el olor a flores
intenso pensamiento
Esencial sentimiento.
Esperame calle abajo
avisa a las consecuencias
que vengan las vicisitudes
presentes y por haber.
Todas, juntas todas a una
la nube poética
De resucitada alegría.
¡Ay! la dicha de existir
Mi cabeza entre sus pechos
la boca besando su ombligo
En sus manos mis codos.
Marpin_
2 comentarios:
Impresionante tu poema, marpin.
Una admiradora.
Sinceras gracias. Eres muy amable.
Alados saludos.
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