FRASES HISTÓRICAS: ¿TÚ TAMBIÉN, BRUTO, HIJO MÍO?

 Asesinato de Julio César en idus de marzo (año 44 a.C)

LA DOLOROSA LECCION DE LA  DESLEALTAD

Bruto,  era hijo de Marco Junio Bruto y Servilia Cepiones, amante de Julio César. Algunos apuntaban que incluso era hijo suyo, y aunque parece poco probable, Bruto gozó siempre de la protección, la amistad y la simpatía de Julio César, aunque Bruto nunca correspondió a su lealtad, aunque sí se aprovechó de ella para encumbrarse política, social y económicamente.

En un principio, se alineó con la facción conservadora en contra del triunvirato donde estaba Julio César. Cuando estalló la guerra civil entre César y Pompeyo, se alió con éste último. Cuando César ganó la guerra,  le faltó tiempo para suplicar clemencia y César, no sólo le perdonó sino que le nombró Gobernador de la Galia y Pretor. Nadie lo entendía, pero el amor de  César hacia quien consideraba como su propio hijo, era muy grande. El amor es así de ciego.

César, nunca dejó de mostrarle su cariño y su respeto, enalteciéndolo públicamente y procurandole una vida llena de riquezas y comodidades. En cambio Bruto, sin renunciar a los abundantes privilegios que le proporcioba la amistad del emperador, comenzó a conspirar contra él. 

En los idus de Marzo (el augur etrusco Espurnia ya le había dicho a César la célebre frase: “Cuida de los idus de marzo") un grupo de senadores, con Bruto entre ellos, con engaños  le llevaron a  un lugar para darle muerte. Un emperador agonizante, no se preocupaba de su inminente fin.  En los umbrales de la muerte, su mente sólo podía preguntarse como era posible que le traicionara Bruto, alguien a quien sólo bien había hecho a lo largo de toda su vida. De los demás, cabía esperar cualquier cosa.Pero...esa traición  de una persona tan amada, era algo que murió sin comprender.

 En la obra "Julio César", Shakespeare dirige su mirada y  sus últimas palabras a Bruto: Tu quoque, Brute, fili mi (Tú también, Bruto, hijo mío) o también Et tu, Brute (¿También tú, Bruto?). Suetonio afirma que César dijo,en griego, «Καἱ σύ, τέκνον», Kaì sý, téknon? (¿Incluso tú, hijo mío?) (De Vita Caesarum, Liber I Divus Iulius, LXXXII).En el momento de reconocer a Bruto...César dejó de defenderse.

La frase ha quedado como el símbolo supremo de la persona que confía en que su amor, su amistad y perdón serán suficientes para obtener la lealtad de otra, y se dan cuenta, quizá demasiado tarde como Julio César, de su error. La deslealtad de los humanos es una constante. Seguro que cualquiera de ustedes podría contar su propia historia de deslealtad venida de la persona más querida, de la persona a quien sólo bien se le hizo, y un mal día te apuñaló por la espalda.

A veces las grandes lecciones  se pagan con un precio muy alto.

Buen sábado para todos.

Ranita

Marpín y La Rana