Y di gracias de ser libre para vagar, libre para esperar y libre para amar.
EL PAÍS DE LOS CAMISARDS
Viajábamos por las huellas de guerras antiguas;
Pero toda la tierra estaba verde;
Y encontrábamos amor y paz
Donde habían estado el fuego y la guerra:
Pasan y sonríen, los hijos de la espada:
La espada ya no blanden;
Y, oh, ¡cuán espeso está el trigo
en el campo de batalla!
-W.P. Bannatyne-
El blog de marpin y la rana
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