Ella le daba rosas
plantadas con mimo,
cogidas una a una con esmero.
El se enfadaba porque tenían espinas.
El le hacía regalos
elegidos entre miles
traídos de remotos lugares.
A ella no le gustaba el papel en que iban envueltos.
Ella luchó por aquella dama
venciendo mareas
desiertos y universos.
Cuando llegó a su lecho, maltrecha y dolorida,
aquella mujer sólo le dijo: ¡Me has despertado!
El escribió poemas al hombre amado
con un trozo de su alma en cada uno.
Se los envió y quedó anhelante
Vió a ese hombre tirarlos a la basura
porque ocupaban espacio en su cajón.
Y aún así, todos ellos volvieron a dar rosas, letras,
regalos y la misma vida.
Habían aprendido
que amar, no es recibir
Es sólo dar.
Pero no habían aprendido a amarse a sí mismos.
Pero no habían aprendido a amarse a sí mismos.
Ranita
(Dedicado a ti, José, que ya estás mucho mejor. No abandonamos el barco, esperando que nuestro capitán vuelva a su puesto de mando. Un abrazo enorme)
6 comentarios:
Tristes y preciosas palabras Ranita.
Espero que Jose esté enseguida al timón.
Besos
Muy bonito, ranita, amar es dar... pero un poco también recibir, ¿verdad?, recibir el mismo amor y cariño que des, si no...
Un beso
:)
Pues hay quien piensa que amar es recibir y atar y retener y no dejar respirar. Son opciones distintas del amor pero la del poema parece más razonable siempre y cuando haya un poco de amor de vuelta. Sólo dar es amar de un modo medianamente satisfactorio.
Es muy bonito lo que has escrito.Una gran lección.Para dar a los demás y ser feliz es preciso amarse a uno mismo.También podemos dar y no recibir nada a cambio pero qué pocas personas que hacen ésto se aman.
Más bien se infravaloran cayendo en una dependencia emocional.
Un beso.
bellismo afecto el de ustedes por Jose, avantti desde mi pais las mejores vibras, y amigos me emocionaron, besos
Muy bonito poema..
en eso andamos con el "amor" en nuestras manos..porque sera el tema del taller literario de hoy con unos amigos.
Besos mil.
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