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viernes, 10 de junio de 2011

LA CONDICIÓN HUMANA de André Malraux




¿Sabe usted, querido, que las mujeres persas, cuando son atacadas por la ira, zurran a sus maridos con las babuchas erizadas de clavos?   Son irresponsables. Y luego, ¿no es así?, vuelven a la vida ordinaria, a aquella en la que llorar con un hombre no las compromete, sino en la que acostarse con él las liberta-¿cree usted?-, la vida en la que se "tiene" a las mujeres. Yo no soy una mujer que se tiene, un cuerpo imbécil en el que usted encuentre un placer, mintiéndole como a los niños y a los enfermos. Usted sabe muchas cosas, querido, pero quizá se muera sin haberse dado cuenta de que una mujer es también un ser humano.


El blog de marpin y la rana

3 comentarios:

Mascab dijo...

Yo soy mujer! con todos mis derechos y todas mis obligaciones! soy mujer!, dueña de mis actos, responsable de mis errores, pago mis facturas, amo a quien deseo, me aman quienes yo así quiero. Nadie me utiliza, a nadie utilizo, pido respeto para mí, el mismo que doy a quienes encuentro por mi vida. No me creo superior a nadie, me se igual a cualquier otro, sea hombre, mujer o perro, todos somos seres vivos, todos debemos respetarnos.
El medio ambiente en el que nos movemos es nuestro habitad, debemos cuidarlo y mimarlo, pues si lo estropeamos, nos estropeamos nuestra propia vida!
Acaso no somos todos humanos? A qué viene utilizar a las mujeres como si fuesen un ser inferior!
Sobre todo cuando cuido, mimo y amo a mi caballo!
El hombre que no mima, cuida, ama, respeta y deja hacer o deshacer en libertad a la mujer con quien eligió vivir y tener hijos, no puede llamarse hombre, quizá habría de llamarlo....

Uff! cuando me salen mis rebeldías...!

Feliz fin de semana.

Elchiado dijo...

Yo no soy un hombre, aunque lo parezca...

soy un sapo que ha perdido la fe en las princesas.

Núria dijo...

Las mujeres nunca somos posesión de nadie. Nos amarramos a alguien voluntariamente, pero eso no da a ningún hombre derecho a considerarnos objeto suyos.
En pleno siglo XXI, seguimos estando en pie de guerra por defender nuestros derechos y seguimos librando cientos de batallas diarias por defender nuestra condición de igual a igual.
Un abrazo, amigos. Me encantó vuestro post!
Núria