¡Y el miercoles otra vez a empezar!

Al pitagorismo primitivo se remonta la creencia, de la transmigración de las almas. Las almas de procedencia celeste, si viven bien y alcanzan su purificación, se reintegrarán después de la muerte a su estado primitivo. Pero si han vivido mal, volverán a reencarnarse indefinidamente en cuerpos de animales o en plantas hasta conseguir su purificación.

Petrón de Himera (S.VI) sostenía la existencia de 183 mundos, dispuestos en forma de triángulo, sesenta a cada lado y tres en cada triángulo, que viajaban por el espacio a la manera de las aves migratorias.

Durante mucho tiempo, la única forma de concebir el origen de los seres vivos fue imaginar que un ser inteligente, el Creador, los había pensado y producido, el sexto día Dios creó los animales y el hombre.

El blog de marpin y la rana con la ley universal