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jueves, 21 de abril de 2011

Hay un adagio indio que dice así:Antes de juzgar a una persona, camina durante tres lunas en sus zapatos. "Vistas desde fuera, muchas existencias parecen equivocadas, irracionales, locas".




Solamente estando dentro, solamente caminando tres lunas en sus zapatos pueden entenderse sus motivaciones, sus sentimientos, aquello que hace que una persona actúe de una manera en vez de hacerlo de otra. La comprensión nace de la humildad, no del orgullo del saber.

LA LIBERTAD INTERIOR DE ELEGIR

"Trabajo como enfermera y llevaba unos meses atendiendo al hombre más desagradable que puedas imaginarte. Nada de lo que hacía podía satisfacerle. Nunca lo apreciaba, ni agradecía nada, ni mostraba ningún reconocimiento. Se quejaba constantemente y sacaba defectos a todo.
El caso es que por culpa de aquel hombre llevaba un tiempo sintiéndome de bastante mal humor, pues atenderle me suponía mucho tiempo diario, y me enfadaba mucho, y esos berrinches me dejaban alterada para el resto del día, y al final eran los demás enfermos, mis compañeros y mi familia quienes más sufrian las consecuencias de mi estado de ánimo.
Y fue entonces cuando una compañera mía, con la que tengo mucha confianza, tuvo el descaro de decirme que nadie podía herirme sin mi consentimiento; me explico que, en el fondo, era yo quien elegía mi propio estilo de vida emocional que me llevaba a la infelicidad.
De entrada, me pareció que su consejo era teórico e inaceptable. Pero estuve pensándolo unos días, hasta que me enfrenté a mí misma con verdadera sinceridad, y empecé a preguntarme: ¿soy en realidad capaz de influir en mi reacción ante las circunstancias que se presentan en mi vida?
Cuando por fin comprendí que sí podía hacerlo, o que al menos podía hacerlo bastante más, entendí que el hecho de que yo me sintiera tan desgraciada era básicamente culpa mía. Y fue entonces cuando supe que podía elegir no serlo, que debía liberarme de esa extraña dependencia del modo en que me estaba tratando ese paciente.
Aquello fue un descubrimiento que ha influido después mucho en mi vida, ahora lo veo, varios años después. Desde entonces , atiendo a ese tipo de personas de una forma distinta, ya no se me hacen odiosos como antes. Es más, estoy convencida de que tratar con ellos me hace mucho bien.

-Alfonso Aguiló-

El blog de marpin y la rana

5 comentarios:

Irene dijo...

Es importante no dejarse manipular por los demás.
Pero reconozco que es muy díficil
porque nuestro ego se dispara con mucha facilidad.
Un abrazo.

escuchando palabras dijo...

Existe una frase q siempre decimos, si te entiendo, y muchas veces solo si lo hemos vivido lo entendemos, sino por mas buena voluntad q le pongamos no es asi...muy buen entrada Chicos besos

Tatiana Aguilera dijo...

Cierto, pero que difícil es no dejarnos manipular por la rabia y la impotencia de sentirnos ofendidos.
Un abrazo.

MUCHITA dijo...

Muy linda historia. Es comoda pero amortigua la lucha diaria de todos los dias.
Saludos.

Marìa.Galias(margalia) dijo...

Yo solo digo esto ,ponte en la piel de la otra persona que harías tu?

todo parece facìl pero a veces no lo es...

Un besoo