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sábado, 12 de marzo de 2011

¡No toquen el fruto prohibido! El cuento del hombre y la mujer. Había una vez un paraiso maravilloso...




Eva le dijo a Adán,- Toma y come también de la manzana prohibida. - Él hizo lo que ella le había pedido. A partir de aquel preciso instante, y en las siguientes generaciones de las primeras civilizaciones, los más ancianos dandose cuenta de lo que había sucedido, advirtiendo y percatandose de la inteligencia y del inmenso poder de las mujeres. Decidieron ser infelices en vez de ser felices,  los más ancianos de los poblados se reunieron en los consejos durante semanas, tomando una caotica decisión;  las mujeres eran sus enemigas y debian ser anuladas, entonces los ancianos transmitieron el mensaje a todos los varones del planeta Tierra.  ¿Por qué? Los ancianos habian descubierto que Eva o las mujeres eran rebeldes y curiosas, inteligentes e intrepidas, sus ansias de conocimiento eran descomunales, no eran conformistas, ni temerosas como Adan o los hombres. La consigna global, el mensaje ancestral ha permanecido en los actuales tiempos, y de ahí viene que las mujeres no logren alcanzar la igualdad con los hombres. "Prohibido el paso"


Los hombres deberian entender ya, que las mujeres son sus iguales en derechos y libertades, pues se complementan y necesitan. ¡Sin mujeres no existiria la vida humana!


El blog de marpin y la rana

7 comentarios:

escuchando palabras dijo...

Es de mediocres creerse mas q otro, besos

Núria dijo...

Aplaudo con entusiasmo vuestra defensa acerca de la igualdad entre hombres y mujeres!
Sois un ejemplo a seguir, amigos!
Un abrazo, de igual a igual!
Núria

Anónimo dijo...

Impresionate et sublimador post.
Joua

Anónimo dijo...

Es un post sublimador. Felicidades de Eua.

Anónimo dijo...

Ojalá esta filos fía de igualdad se imprimiera en cada ser, y superase la impronta de siglos y siglos tratando a la mujer como a un ser inferior.

Carmen

Anónimo dijo...

Un abrazo fuertisimo
Maria Igualdad

Cristina dijo...

Nunca se reconocieron los derechos del género femenino. Ni cuando fuimos generosas y comprensivas esposas, siempre a la sombra del varón; ni cuando fuimos madres ejemplares y pacientes... y ni siquiera hoy en día que intentamos obtener una igualdad, por medio de la esclavitud que supone llevar una casa, y trabajar fuera de ella para mejorar nuestra propia calidad de vida, y la de nuestra propia familia. Lo más importante de todo es que ya hace tiempo que abrimos los ojos, y nos dimos cuenta de las grandes posibilidades que nos ofrece la vida. Nosotras, las mujeres algún día conquistaremos el mundo; no utilizaremos la violencia, no harán falta guerras... sólo la sabiduría, que en su día nos ofreció la naturaleza para engendrar y criar un hijo...con paciencia, con sacrificios, con abnegación...así cambiaremos el mundo. Un abrazo.