A Pitágoras se remonta la concepción de un Cosmos constituido por esferas girando en torno a la Tierra, esférica e inmóvil. Todo el universo está regido por una regularidad matemática, de donde resulta una armonía celestial, que no percibimos por estar acostumbrados a ella desde que nacimos. No consta que Pitágoras haya tenido un concepto cíclico del desarrollo de las cosas ni de la desaparición del Cosmos en apocatástasis periódicas.
El ser humano consta de dos partes distintas: el cuerpo, compuesto por elementos materiales, y el alma, de procedencia celeste. Las almas son partículas desprendidas del pneuma infinito que andan vagando por la atmósfera hasta que se encarnan en los cuerpos, en los cuales entran por la respiración. Según Aristóteles, los pitagórinos creían que eran almas las motas de polvo que aparecen moviendose en el aire cuando lo ilumina un rayo de sol. El alma era también un número, como todas las demás cosas. Parece que Pitágoras le atribuia forma de cuadrado, y Arquitas de esfera. La definición del alma como un número que se mueve a sí mismo., con la que probablemente quería expresarse su libertad, es ,sin duda, posterior. El alma era un principio motor y le atribuían una función refrigeradora, relacionada con la respiración cósmica.
El blog de marpin y la rana no les abandona en la estacada
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