Es viejo el puerto,
no puedo esperar más,
ni al amigo que fue a la isla de los pinos,
ni al amigo que fue a la isla de los plátanos,
ni al amigo que se fue mar adentro.
Acaricio los cañones enmohecidos, acaricio los remos
para que mi cuerpo reviva y se decida.
Las velas del barco sólo exhalan olor
a sal de otra tormenta.
Si he querido estar solo, busqué la soledad,
yo no busqué una espera de ese estilo,
este fraccionamiento del alma en el horizonte,
estas líneas, estos colores, el silencio este.
-Yorgos-
El blog de marpin y la rana no abandona a los seres humanos como se abandona a los perros rabiosos o sarnosos.
2 comentarios:
Buenas noches.
(Mont-se)
Esta semana os he de abandonar por una serie de temas delicados y que me duelen en el alma.
Besos
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