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jueves, 23 de septiembre de 2010

EL ALMA DE LAS PALABRAS



Las palabras son amigas, compañeras, cómplices, hermanas.

¡Benditas sean las palabras!

  
Remedios Varó. "Huyendo"
Foto: Google tal como aparece en 
http://www.squidoo.com/remediosvaro

A las 8.18 de la mañana, ya ha amanecido. Desde mi buhardilla, al sol no se le ve afanoso por ganar la partida a un cielo completamente encapotado. Los pájaros tampoco parecen muy vivaces y es que la lluvia se intuye cercana, agua que dará vida en las entrañas de la tierra a las semillas por florecer. Mientras tanto, yo, tras una larga noche de insomnio, reflexiono sobre tres sencillas palabras que se verbalizan continuamente, y que sin embargo, sincera y apenadamente pienso que no se llegan a entender en su plenitud: COMPAÑERO-COMPARTIR-COMPLICIDAD.
La palabra COMPAÑERO viene a ser "comer del mismo pan o comer el pan junto alguien". Pan figurado, claro está. Hogaza de azúcar o chusco amargo. Esos bocados de cada día mechados de problemas, afectos, conflictos y lágrimas. Llamar a alguien compañero es reconocer que su hombro te apuntala, su presencia te conforta y su brazo está tendido. Y eso me lleva a la segunda palabra: COMPARTIR.
Del latín "compariri", significa como no podía ser de otra manera , "partir el pan". !Cuantas cosas compartimos a diario! Mesa, lecho, espacio, aire y suelo con personas cercanas o ajenas, y sin embargo, el gesto es un mero trámite, un amago maquinal vacío de contenido. Incluso crea vínculos y derechos ese compartir absurdo. La palabra verdadera exige, además de la mera acción y la similitud y coincidencia del espacio-tiempo, la intención plena, la voluntad de dar y recibir. Toma compañero, de mi mano hoy el panecillo tierno y crujiente que me han regalado los dioses y gózalo conmigo. Dame tú de la tuya ese mendrugo mohoso que arrojaron a tu puerta o a tu cara, que a buen hambre no hay pan duro, y entre los dos le daremos cumplida cuenta, que ni migajas quedarán. Nos comeremos mutuamente cuando nuestra saciedad no encuentre freno, que no hay beso más dulce que el compartido en el océano de la COMPLICIDAD.

Y esa es mi tercera palabra. Actitud con que se muestra que existe conocimiento por parte de dos personas de algo que es secreto u oculto para los demás. Tú y yo sabemos que a las nueve serán las tres, que una mentira puede llegara ser verdad y que la desnudez esconde más secretos que los volantes del traje de la fantasía, y más inquietantes. Que nuestro pan no es sólo pan, sino la misma vida.

¡Mira, mira compañero mío! Por aquella esquinita parece que viene un retazo de buen sueño. ¿Lo compartimos en complicidad?

Ranita


6 comentarios:

Sony dijo...

pues yo desde aqui me uno al retaso de ese pequeño sueño a traves de estas palabras,ojala entre todos soñemos un mismo sueño,el de vivir en un mundo mas justo y en un mundo en paz.

un fuerte abrazo para esta ranita de marpin y la rana!!!!!!!!!

Victoria dijo...

¡Que bello!..¡Benditas sean las palabras!!!
Un beso suave para no turbar tu sueño :)

Pilar Abalorios dijo...

compañero compartir complicidad

Una forma especial de vivir la vida.

mária dijo...

Benditas sean las palabras que no están vacías de contenido!!. Me ha encantado, me siento totalmente identificada con lo que dices.
Un abrazo inmenso.

Lectores Inquietos Poemas 웃ღ웃 dijo...

Muy interesante tu publicacion
las palabras brillan por si solas
con gestos sentimentales con buen corazon hacia el projimo...

Un fuerte abrazo que
tengas un feliz dia...

Jesslo dijo...

Cuando la palabra se transforma en acto y éste es bondadoso, gratifica la vida... Saludos.