EL BLOG COMPARTIDO

sábado, 4 de septiembre de 2010

Los sueños. No es menor el influjo del regimén alimenticio sobre el dormir y soñar.







El que siente hambre no puede dormir; las angustias del estómago le tienen dolorosamente velando; y si la debilidad y las fuerzas consumidas le obligan a rendirse, tal sueño es ligero, inquieto e interrumpido.
A la inversa, el que ha traspasado en la comida los límites de la discreción, inmediatamente cae en un sueño absoluto. Si ha soñado, no conserva recuerdo alguno, porque el fluído nervioso se ha cruzado en todas direcciones dentro de los canales sensitivos.
Por la misma razón despierta bruscamente, vuelve con dificultad a la vida social, y así que se ha disipado el sueño por completo, se resiente todavía por mucho tiempo de las fatigas de la digestión.
Puede enunciarse como máxima general, que el café rechaza el sueño. La costumbre debilita y hace desaparecer totalmente ese inconveniente, pero se verifica de una manera infalible cuando empiezan a tomarlo. Ciertos manjares , a la inversa, provocan dulcemente el sueño; como todos donde domina la leche, los de la familia entera de las lechugas, la flor de naranja y sobremanera la manzana, llamada  la reina , cuando se toma inmediatamente antes de acostarse uno.

-Antelmo Brillat-

El blog de marpin y la rana


1 comentario:

Sony dijo...

yo que no ceno desde hace mas de año y medio debo decir que al principio costo mucho reconciliar el sueño por las noches,pero de a poco el cuerpo se acostumbro y ahora durmo livianita y sigo teniendo sueños placenteros.
quizas lo que no deje dormir por las noches a las personas sean sus conciencias jajajajaj eso si que no se endulza ni con un helado de chocolate.

un abrazo fuerte y que tengas un bello dia!!!!!!