EL BLOG COMPARTIDO

lunes, 27 de septiembre de 2010





La facultad de sentir es la primera de las facultades del alma. Nuestros sentidos son las primeras facultades que notamos. Las impresiones de los objetos llegan al alma únicamente a través de los sentidos. Si hubiésemos nacido privados de la vista, no conoceríamos la luz ni los colores; si hubiésemos nacido privados del oído, no tendríamos ninguna noción de los sonidos; en una palabra; si jamás hubiésemos poseído ningún sentido, no conoceríamos ninguno de los objetos de la naturaleza.
Pero ¿es suficiente poseer sentidos para conocer estos objetos? Sin duda que no, pues los sentidos nos son comunes a todos; y, sin embargo, no todos tenemos iguales conocimientos. Esta desigualdad sólo puede provenir de que todos no sabemos hacer igual uso de los sentidos que nos han sido concedidos. Si yo no aprendo a regularlos, adquiriré menos conocimiento que otros, por igual razón que no se baila bien en tanto no se aprende a regular los pasos. Todo se aprende, y hay un arte para guiar las facultades del alma, como la hay para conducir las facultades del cuerpo. Pero a éstas se aprende a conducirlas sólo cuando se las conoce; así pues, es preciso conocer aquéllas para aprender a guiarlas.

-Condillac-




No hay comentarios: