Tenía un ciego la habilidad de reconocer al tacto cualquier animal al alcance de su mano, diciendo de qué especie era. Presentáronle un día un lobezno, lo palpo y quedó indeciso.
-No acierto - dijo- si es la cría de una loba, de una zorra o de otro animal de su misma especie; pero lo que sé es que no ha nacido para vivir en un rebaño de corderos.
Con frecuencia se descubre la naturaleza de los malvados en su aspecto.
-Fábula de Esopo-
El blog de marpin y la rana
3 comentarios:
Excelente entrada, ojalá muchos puedan verla y tomar conciencia, aunque en una gran mayoría, la ceguera, no les permite ver más allá de sus propias narices.
Un gran abrazo!!
Muy bueno, sí, además ya sabéis lo que dcien:
"No hay más ciego que el que no quiere ver".
Saludos a tod@s vosotr@s ;)
Teneis razon, como pasa con mi jefe que parece un ser humano pero es de otra especie malvada que fustiga con el latigo a necesitados como yo!
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