EL BLOG COMPARTIDO

viernes, 17 de septiembre de 2010

23-10-1883. Mi amada Marty:






Figura escribiendo reflejada en un espejo
F. Bacon, 1976


Me atrevo a escribir "mi amada", aunque ocasionalmente me deje arrastrar por el mal humor y te escriba con irritación. Si te he molestado de nuevo, te agradeceré que añadas esta nueva ofensa a la lista de las anteriores y pienses en mi anhelo, en mi soledad, en mi lucha impaciente y en las cadenas que me oprimen. De cuando en cuando tengo como ataques de desesperación y desánimo que tú, tan buena y adorada, no debes compartir. En estas ocasiones te ruego que te rías de mi y recuerdes lo rápidamente que vuelvo a recuperar mi elasticidad y recto raciocinio. Esta tarde, niña mía,  obtuve una vez más buenos resultados y se me ocurrió un nuevo y maravilloso método que promete durar más que el anterior. Y aunque también éste se muestre caprichoso, me permitirá pronosticar el resultado final y descubriré totalmente, o casi, lo que busco.Estos momentos dificiles no me desanimarán en tanto nos mantengamos sanos y no caigan sobre nosotros infortunios excepcionales. Si esto se cumple, estamos seguros de lograr aquello que más deseamos: una casita en la que quizá entren las penas, pero nunca las privaciones; mutua compañia para sobrellevar las vicisitudes de la vida, y una serena alegría que nos impida preguntarnos jamás para qué sirve vivir. Después de todo, yo sé de tu dulzura y sé que puedes convertir una casa en un paraíso. Estoy también seguro que compartirás todos mis intereses y que serás alegre a la par que hacendosa. Te dejaré las riendas de la casa en la medida de tus deseos, y tú me recompensaras con tu dulce amor, superando todas esas debilidades que a menudos os atribuyen a las mujeres. No lamentarás haber sacrificado los bellos años de tu juventud a la fidelidad, y yo estaré orgulloso de ti. Podrás leer en mí como en un libro abierto, y el saber que nos comprendemos y nos sobrellevamos juntos tristezas y alegías nos hará felices. Mi amada Marhta, ya eres parte de lo que llegarás a ser para mí, mas espero que lo seas más y más. Hay gente que sólo sabe seguir su senda en circunstancias favorables. Nosotros, Marty y yo, miraremos hacía adelante aunque estemos separados y no nos acompañe la suerte.
Buenas noches, mi querida mujercita; sigue vertiendo tu corazón en mí. Me siento tan triste cuando no lo has hecho durante algún tiempo...

Tuyo

Sigmund Freud


1 comentario:

Pilar Abalorios dijo...

Casi que comienzo a entender algunos de sus diagnósticos, al fin y al cabo tendemos a pensar que el mundo es como nosotros