Paul Cezanne
Ni siquiera la Muerte nos detendrá. ¡¡Adelante mis valientes!!
MUERTE
Como llama en el jardín,
como sed, más alta y pura
que luz blanca que tortura
mis nupcias con la mañana
Como de noche se oye
paso de cabalgadura
con un ruido de herradura,
chispa y metal del camino.
Así, como el tiempo cae,
del fondo azul del abismo,
en la tiniebla sagrada:
¡desnuda luz inviolada
de no ser ya más que paz
como bosque en la mañana!
P. Gimferrer.
1 comentario:
Qué hay más malo que la muerte, si ni siquiera ésta nos ofrece su abrigo oscuro podemos encomendarnos entonces a la destruccion total, ser valiente no siempre es bueno jeje.
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