EL BLOG COMPARTIDO

domingo, 8 de agosto de 2010

Adelante mis valientes.

Paul Cezanne

Ni siquiera la Muerte nos detendrá. ¡¡Adelante mis valientes!!

MUERTE

Como llama en el jardín,
como sed, más alta y pura
que luz blanca que tortura
mis nupcias con la mañana

Como de noche se oye
paso de cabalgadura
con un ruido de herradura,
chispa y metal del camino.

Así, como el tiempo cae,
del fondo azul del abismo,
en la tiniebla sagrada:

¡desnuda luz inviolada
de no ser ya más que paz
como bosque en la mañana!

P. Gimferrer.

1 comentario:

Megara900 dijo...

Qué hay más malo que la muerte, si ni siquiera ésta nos ofrece su abrigo oscuro podemos encomendarnos entonces a la destruccion total, ser valiente no siempre es bueno jeje.