SEFARDITA
Tu acento suave y añejo,
tus ojos de clara luz
embriagan igual que un viejo
y dulce vino andaluz.
Pelo obscuro, liso y mate,
hecho para la mantilla;
boca de vino granate
como un clavel de Sevilla
Sobre tu color quebrada,
cada ojo negro y gitano
es una estrella olvidada
en el suelo castellano.
Garganta de trinos llena
que tiene una pena sola:
esta oculta y vaga pena...
¿Por qué suspiras, Esther,
pálida flor castellana
con un perfume de ayer
abierta en tierra lejana?
Mariano Tomás.
1 comentario:
Lo he entendido! Lo he entendido!
La de la mochila azul
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