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martes, 4 de mayo de 2010

REFLEXIONES: A los que una vez fueron nuestros amigos y ya no lo son






Remedios Varo.-"Fenómeno"

"Algo  enano sigue siendo enano aunque se suba en un pedestal" 



Bernardo de Chartres solía compararnos con "enanitos encaramados sobre hombros de gigantes". Decía que vemos más y más lejos que nuestros antepasados, no porque tengamos la vista  más aguda o mayor  altura, sino porque se nos eleva sobre su gigantesca estatura. Es decir, desde éste aventajado punto de vista, progreso y decadencia parecen desde luego estar íntimante unidos: los hombres y mujeres de una nueva edad están amarrados pero al mismo tiempo son menos merecedores que sus precursores; saben más en términos absolutos, en virtud del efecto acumulativo del conocimiento, pero en términos relativos su contribución  al conocimiento es tan pequeño,  que es justo compararlos con pigmeos. 

Los modernos, sugiere Montaigne, pueden estar más avanzados que los antiguos, pero no deben ser honrados por ellos, pues no han hecho nada heroíco para estar donde están; su elevada posición en la escala del progreso es consecuencia de la ley natural más que del esfuerzo y merito personal.

La figura de "enanos a hombros de gigantes" vuelve a aparecer en la carta de Newton a Hooke en 1.675, pero con la omisión a cualquier referencia explícita a los "enanos", los "gigantes" de Newton solo pretenden ser una hipérbole laudatoria.
Una de las metamorfosis más significativas de la analogía medieval se encuentra en el Preface to treatise on vacuum (1.647) de Pascal. Cuando Pascal escribió el Preface no pensaba en sus contemporáneos como pigmeos. Pascal utiliza una serie de elementos tomados de la metáfora original, siendo la más sorprendente la referencia a la posición más elevada y, consecuentemente al punto de vista más amplio de los modernos, pero Pascal deja fuera a los gigantes y a los enanos...

Faustino


                             

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has echo pensar en todas las buenas amigas que he tenido a lo largo de mi vida y ya ni nos saludamos nisiquiera
Ojos

Anónimo dijo...

En el tiempo y en la realidad confundimos a veces los amigos con las personas que van "de paso" y durante un tiempo cumplieron su misión en nuestras vidas con mas o menos gracia. Nada es una casualidad, pero los verdaderos amigos siempre dejan huella y estan presentes aunque solo sean "entes" interiorizados.

Felicidades...

Anónimo dijo...

Estoy mas o menos en la mitad de mi vida. Si hago balance me doy cuenta a cuantos seres considere amigos que realmente no lo eran. Incluso familiares han demostrado con el tiempo que actuaban mas por inercia que por verdadero afecto.

carmen garzon