EL BLOG COMPARTIDO

sábado, 13 de marzo de 2010

DE LAS BATALLAS DIARIAS.-

Él llegó antes de lo previsto. Ella olía a alcohol y tenía la sonrisa tristísima de las personas ebrias. Como niña sorprendida en plena travesura, intentaba disimular.

-¿Cómo has venido tan pronto?-le preguntó ella con algodones metidos en la boca.

Ni él supo bien qué decir ni ella entendió. El gesto del hombre se había torcido ante la evidencia. Neciamente le preguntó:"¿Has bebido?" Estúpida pregunta, que no debería hacer quien tiene la respuesta ante los ojos.



Con su pequeña mano cogió la suya grande y le llevó al dormitorio. Se tumbó de golpe en la cama arrastrándole con la inercia de su abrazo. Hablaba deprisa con incoherente entusiasmo, repitiendo  las frases. Era inútil el ardid. Él seguía con gesto adusto y serio, ella sólo quería cerrar los párpados sin importarle en absoluto volver a abrirlos o no.

-Te quiero con toda mi alma, -le dijo ella en el lenguaje de los borrachos. Y era cierto.

Él no quiso ni supo entenderlo. -"Dimelo cuando estés serena".

Aquella frase abrió una sima por la que comenzó a filtrarse el helor de los infiernos.

- Lo he intentado todo, no sé qué más puedo hacer. Sí. He bebido. Sé que no tenía que haber bebido. No he hecho nada malo. Es lo que hacen cada día miles de personas. Sólo he tomado un par de vinos. La gente bebe y nada les ocurre- clamó con rabia.

Por las mejillas de ambos resbalaron lágrimas. La mujer secaba las suyas a dentelladas. Él seguía sin terminar de entender. El argumentaba "no-sé-qué". Como si para emborracharse hubiera una razón convincente. Lo hacía personal. -"No tenías que haber tomado alcohol sabiendo yo venía". Ella silenciosamente gritaba desde los barrotes de sus derrotas: - "No eres tú la culpa o causa de que yo beba o no. Soy yo. ¡Soy yo!- se repitió llorando ¿Es que no lo ves?".

- ¡Vete, largate y sal de aquí! ¡No quiero que me veas borracha!- le gritó con la chulería de los que han traspasado la barrera. El había dudado de lo que no admitía dudas y su orgullo se revelaba.. Era un alma rebelde.

- ¿Me estas echando?- le espetó él con altivez.

Después vinieron palabras que ella no recordó y que él borró de su memoria. Laberintos de caminos desgarrados. Efectos colaterales. Inútil negar que estuvieron presentes y que causaron un terrible dolor.

Cuando se despertó, él seguía a su lado. La había arropado y había velado sus sueños y pesadillas. Los efectos etílicos se iban alejando. El sabía de la lucha titánica que su mujer mantenía, minuto a minuto contra un veneno que vendian en las tiendas, y que ella escondia en los rincones del hogar. Meses de abstinencia contra un minuto de debilidad, era suficiente para que se provocara  un caotico naufragio. No era justo el estigma de la que luchaba a brazo partido para mantenerse a flote. No era nada justo para ninguno, él la amaba por encima de lo malo y de lo bueno. Jamás se habían engañado.

- ¿No te has ido?- le preguntó ella.

-No, claro que no, -la respuesta era obvia como el aire que respiraban.

-Perdóname,-dijo y le abrazó.

- Y tú a mí.

Entonces, de nuevo comenzó a girar la rueda de los desamparados.


DEDICADO : A los seres que diariamente batallan contra sus demonios. A los que les aman. A las pequeñas pero enormes victorias de sus días a días. Y a ti que me ayudaste a entenderlo.



La Rana


"BEBEDORA DE ABSENTA ".-PICASSO .-1922. 
Fofo: Dominio Público


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he visto como en un espejo en ese texto.

Mi pareja se rompio asi

Me ha gustado mucho

Anónimo dijo...

eS muy bueno
J.M.V

EL BLOG DE MARPIN Y LA RANA dijo...

El animo es un buen tintero. Tratare de no olvidarlo. Gracias a ambos

Anónimo dijo...

Para los que no lo sepann.El alcohOlismo es una enfermedad
La peña de los EX-EX

EL BLOG DE MARPIN Y LA RANA dijo...

Ciertamente, el alcohilismo es una enfermedad. Y desde aqui apoyamos la lucha de los alcohólicos contra ella.

El relato, de hecho, pretentede ser un canto a su esperanza.

Brindemos con refresco, peña de los ex-ex!

Anónimo dijo...

Al amor no hay que pedirle si no unos instantes, que en verdad equivalen a la eternidad, aquella eternidad profunda a la que se refirió Nietzsche. ¿pUede esperarse mas de él? ¡¿Es necesario mas?
Audrey_