Por milagros quiere decirse las admirables obras de Dios, y por eso reciben también el nombre de maravillas. Y como, por lo general, los milagros son realizados para dar a entender los mandatos divinos en las ocasiones en que, de faltar, los hombres y las mujeres tienden a dudar (guiándose por sus privados razonamientos) acerca de si Dios a mandado algo o no, los milagros son llamados signos en la Sagrada Escritura, en el mismo sentido en que los latinos los llamaban ostensa y portenta: para mostrar y anticipar lo que el Todopoderoso va a hacer que suceda... Y debe por tanto darse rara vez, y sin causa nautral conocidad.
-Thomas Hobbes-
Marpin y la Rana
2 comentarios:
Me cuesta creer en los milagros y sin embargo siempre me ha gustado este filósfo tan pesimista. Lo que no había leído sobre él era este pasaje tan curioso.
Si alguien lo apaña, estoy dispuesta a admitir que es un milagro, y de los gordos :)
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