Marciano Vasques es un escritor de literatura infantil, nacido en Santos S.P (Brasil) y amigo de este blog. Es un difusor de la cultura y el arte. Nos encantan sus historias de Rospo y Sapabela, dos ranitas con mucho encanto. Hoy, con el permiso de su autor, es un placer para nosotros postear una de sus historias. Ponemos el texto original y la traducción que el propio autor nos remite, junto con el dibujo. Os recomendamos la lectura de sus libros y sus distintos blogs en las siguientes direcciones:
O SAPO E O JARDIM
- Que rotina! – Exclamou Rospo, o sapo jardineiro, cansado de um dia inteiro adubando, podando, regando.
- Todo dia a mesma coisa! – choramingou. – Vou embora, fazer algo diferente. Daqui para frente, chega de jardim! Quero ser um sapo importante.
Num instante ele se foi, deixando flores coloridas: dálias, rosas, crisântemos, margaridas...
Todos que por ali passavam, comentavam: - Que jardim encantador! Que belas flores!
E assim o jardim embelezava os olhos de quem passava.
- Pena que esteja abandonado! – comentou o menino – Quem será que dele cuidava? – indagou.
- Não sei! – respondeu a menina. – Mas deve ter sido alguém muito importante.
Marciano Vasques
LA RANA Y EL JARDIN (Traducción)
- ¡Qué rutina! - Exclamó Rospo, el jardinero rana, cansado de todo un día de compostaje, poda y el riego.
- Todos los días la misma cosa! - Gimió. - Me voy a hacer algo diferente. A partir de ahora, no arreglaré ningún jardín más. Quiero ser un sapo importante.
En un instante se había ido, dejando las flores de colores: dalias, rosas, crisantemos, margaritas ...
Las ranas que pasaban por allí dijeron - ¡Qué hermoso jardín! Qué flores más bonitas!
Entonces el jardín todos los días era hermoso, cada vez más.
En el jardín había más belleza. El jardín trajo más belleza a los ojos.
Con cada nuevo amanecer, cada rana con los ojos más bellos. Las ranas le gustaba mirar el jardín.
- Lástima que el jardín está abandonado. - Dijo el muchacho - ¿Sabes quién cuidaba del jardín? - Preguntó. - No lo sé! - Respondió la muchacha. - Pero debe haber sido alguien muy importante.
Un fuerte abrazo, Marciano
El blog de Marpin y La Rana