Es un hombre que habla a los hombres: un hombre, es cierto, dotado de una sensibilidad más aguda, de mayor entusiasmo y ternura, alguien que posee mayor conocimiento de la naturaleza humana, y un alma más comprensiva, de lo que resulta común entre los hombres; un hombre al que le agradan sus pasiones y deseos, alguien al que llena de júbilo más que a otros hombres el espíritu de vida que se encuentra en su interior; que se deleita al contemplar deseos y pasiones similares a los que se manifiestan en el devenir del Universo, y que habitualmente se ve animado a crearlos allí donde no es capaz de encontrarlos.
-W. WORDSWORTH-
El blog de marpin y la rana.
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