Mira estas pobres gentes que se duermen,
máquinas de dolor y de ignorancia.
Son los menos posible: no saben,
y van y vienen sin saber por qué
almacendo tiempo tontamente
para morir bajo un montón de días
igual a otros montones sin figura.
Les han robado a ellos, dulces bestias
que hieren y acarician sin sentido.
Hijos de los instintos, nada aguardan,
ignorantes aún de su persona.
Tienen carne que da carne doliente
cuando cae semilla en sus entrañas.
-Ramón de Garciasol-
El blog de marpin y la rana no descansa.
2 comentarios:
Buenisimo!! besos
Un beso y gracias por tus palabras. ESCUCHANDO.
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