EL BLOG COMPARTIDO

sábado, 6 de noviembre de 2010

Hasta la misma imperfección puede tener su ideal o estado perfecto.

Como inventor del asesinato y como padre del arte de los metales, Caín tiene que haber sido un genio de primer orden. Todos los Caínes fueron hombres de genio. Tubal Caín inventó el arte de trabajar los metales, o algo por el estilo. Pero, por grandes que pudieran haber sido la originalidad y genio del artista, todo arte se hallaba entonces en su infancia, y las obras salidas de cada uno de los diversos estudios  tienen que ser criticadas teniendo en cuenta tal obra.

Thomas de Quincey (1785-1859) fue un escritor británico de amplísima cultura y carácter excéntrico, dueño de un cuidado estilo en que la prosa adquiere a menudo ritmos propios de la poesía. En su juventud se aficiono al consumo de opio, y nunca consiguió verse libre por completo de ese vicio (escribió un libro célebre sobre su dependencia). Quizá esta circunstancia influyó sobre su gusto por describir situaciones morbosas relacionadas con ensueños y visiones. En su brillante obra El asesinato considerado como una de las bellas artes, el autor, con ironía , muestra una vez más los inquietantes aspectos que subyacen tras la más convencional cotidianidad.


                                              El blog de marpin y la rana

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