Amor cobijado, desamor enredado en horizontes cabelleras. No pienses en espejismos ni en decadencia. Asombra, escucha, sorprendente. Has llegado a un túnel infinito; tu alma se alarga y extiende, junto a los pájaros dolientes de los jardines. Rompes la cadena del Fin, destrozas dulcísimas ilusiones. Muertas y todavía perduran en tus fantasias. Bosteza la corbata y estornuda la camisa arrugada. Aún no han descubierto que no hay prodigio, sino una agonía global de desganada rutina y monotonia.
¡Se engañan!. Oh no, no. Es que estando tristes, ellas y ellos, ella y él cantaban: Hii hee hooo huu aura, aura, aura. La libertad de las auras. Na nana nanani.
Marpin_
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