Maldita sea la frialdad inerte de los poetas y pensadores que engañan a las gentes de los pueblos, personas ingenuas y desarmadas. Yo os reto, como he retado a la Muerte y a la Vida.
Muchos adultos son como niños y yo estoy aquí para daros escolta durante un trecho del camino. También es cierto, que un grupo de humanos alterados pueden ajusticiar a un inocente en un santiamén, pero esta es otra cuestión. ¡Bendita sea! ¡Ay, ay que contento estoy! Viva el vientre de mi madre, aquella amada cápsula que me albergó.
Marpin_
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