¡Ay, si pudieran superarlo y se tornaran amantes! En torno a las amantes todo es seguridad...En ellas el misterio se ha conservado intacto. Ellas gritan en el todo y desde el todo como ruiseñores. El todo no tiene partes. Dan sus quejas por uno; pero la naturaleza concuerda con esta queja; es la queja por un eterno. Se precipitan tras el que han perdido, pero ya a los primeros pasos lo adelantan y delante de ella no hay más que Dios. Su leyenda es la Byblis, que persigue a Cauno hasta Licia. El impulso de su corazón la lleva en pos de sus huellas a través de todos los países y, finalmente, da con sus energías en tierra; pero la movilidad de su ser era tan fuerte que, al hundirse, más allá de la muerte, reaparecio como fuente, rápida, como una fuente rápida...
-Rainer Maria Rilke-
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