A las personas que andan desamparadas por las calles, y no tienen un techo para cobijarse. No estáis solos. Benditos sean los insociables, los trotamundos, los inadaptados, los enfermos...

 Tren al Amanecer.- Jose Luis Llanos

Me he burlado de la mayoria de los filósofos y  pensadores que han habido a lo largo de la civilización,   que opinaban de la marginación y de la miseria humana o del devenir de las olas, tumbados en hamacas y abanicados por sus esclavos. Sólo en ocasiones bajaban a las apestosas plazas a ver a la sufrida y hambrienta población.  Naturalmente,  volvian con rápidez a los palacetes propios o de sus protectores, alabando desde sus elevadas tarimas,con un racimo de uvas o una pata de cordero,  a la libertad  y a la solidaridad. Es un hecho comprobado, que la mayoria de los pensadores, eran dentro de las paredes de sus hogares , machistas, mezquinos y maltratadores ¿A quien debemos creer? En fin, aparquemos este peculiar tema para mañana. ¡Amén!

También hemos  comprendido que fueron hombres, con mucha imaginación y miedos como nosotros, pero situados en aquella época,  los que escribieron La Biblia y los libros esotericos, sagrados y religiosos, tergiversando en ocasiones los hechos a su conveniencia  política o religiosa y con imprecisa realidad histórica.

No estáis solos:  enfermos, mendigos y vagabundos abandonados por la sociedad. De los Andenes de la Vida Miserable, cada mañana, tarde y noche sale y entra el "Tren del Dolor y del Sufrimiento". Cada día se suben a él  millones de seres maltratados. La locomotora arrastra los numerosos vagones  y todos son uno:  el de los humillados que carecen de una justicia que les defienda. El de los  maltratados.  El de los violados en cuerpo y mente en nombre de religiones e ideas absurdas, por sus razas o sexos de colores. 

El tren del Amor herido,  renquea y traquetrea en círculos y vuelve a su recorrido inicial, una y otra vez  sin descanso. Así desde que el hombre es hombre y la mujer, un ser considerado de segunda clase.  A su paso deja  estelas de llantos,  audibles desde cada confin del universo.

Nosotros pedimos ser el farolito rojo del vagón de cola, aportando e iluminando con nuestra  pequeña luz UN POCO de amor, en agradecimiento a la Fe y a la Buena Voluntad, que mueven a las Energías que TODO LO PUEDEN.

Marpin y La Rana